domingo, 1 de abril de 2012

Fracasos

Al final siempre es lo mismo.
En el amor, en la economía.
En tu recuerdo alegre, pero triste.
En el bolsillo pobre, pero vago.
En el ayer, en el mañana.
Siempre igual.
Avanzando, retrocediendo.
Volviendo a nacer en el mismo punto donde morí la última vez.
Quizás se trate de eso:
De morir, renaciendo.
De crecer, estancando.
De repetir la historia
como farsa, como tragedia.
De volver a mirarme en el espejo y no encontrar cambios.
De llenar el vaso, medio vacío.
De vivir con la ilusión que alguna vez, por fin, sea distinto.

viernes, 3 de diciembre de 2010

De puntos y comas....

Fue coma, cuando no eramos nada y nos tomamos un respiro.
Fue punto y coma, cuando decidi que fueramos algo más.
Fue punto y seguido, cuando viniste a contarme algo que ya estaba escrito en el párrafo inicial.
Fueron puntos y aparte, cada uno de los desayunos de lágrimas y despedida.
Será punto final, cuando decida, de una puta vez, no ser parte de tu vida
y solo aparecer en tus sueños
o ser un recuerdo con sabor amargo, de algo hermoso que nunca fue.

martes, 26 de octubre de 2010

Mar

Es ahi, donde siempre.
O más lejos, o más cerca.
Pero es ahi.
Donde renace tu fuerza que inspira, que responde, que contempla.
Es ahi donde nos encontraremos otra vez, después de tanto tiempo.
Es ahí donde te voy a exigir respuestas.
Es ahí donde vas a confirmarme verdades.
Es ahí, donde una vez más, renacerá este amor, este diálogo.
 
Y después, será lo de siempre,
yo te voy a decir que voy a volver, antes de que otra vez sea tarde
y vos me dirás que nunca es tarde.
Y me esperarás, otro año, otro siglo, otra vida.
Solo para poder darme respuestas, confirmarme verdades.

Y volverá a ser donde siempre, cómo siempre.
Aunque cambien las estaciones, los acompañantes, los contextos.
Aunque cambien ellas.
Aunque cambie yo.

Nunca, pero nunca, dejes de hacerme renacer.
Como vos, que renaces con cada sol, con cada luna, con cada instante.
Como vos que naces, siempre renaces.

sábado, 25 de septiembre de 2010

un chiste

Me despierto. El día me refunfuña malhumor.
Mi boca sabe a tu agrio recuerdo de anteayer.
Es tarde, como casi siempre.
Me levanto. El espejo me confirma el malhumor.
Ya no queda tiempo para desayunar.
Disparo.
El colectivo me escupe su malhumor, aunque esta vez el colectivero le pone onda.
Y, por sobretodo, le pone onda él.
No escuche su nombre, pero debe tener 8 años.
Su cara de picaro me lo advierte.
Estaba con dos amigos más. Volvian del colegio. Se los notaba contentos.
La sola imagen de ellos, contrastaba con la mía.
Pero él logro unificarlas.
Hablaban de Messi, de su lesión.
Hasta que él preguntó si sabian porque Maradona no podía jugar con esta pierna y se tocó la derecha.
Ante el silencio de sus amigos, él dijo: "porque es mía".
El chiste es bastante bueno, pero tampoco exageremos.
Lo importante, es que logro hacerme reir, y asi poner el vaso, otra vez, a la mitad.
Logró que todo lo que no me habia dado el día, me lo dé un niño de 8 años, que ni siquiera se como se llama.
Y es asi.
Siempre hay motivos para reir, solo hay que saber encontrarlos.

viernes, 27 de agosto de 2010

Rafaela

Rafaela te despierta y te dice buendía dulcemente como para espantar el mal humor.
Rafaela te contagia, todo el tiempo de su mala memoria.
Rafaela te sopla el cuerpo en verano, y se echa con vos a tomar sol a la hora de la siesta.
Rafaela no calla de noche. Vive de noche. Calla durante el día. Y los vecinos re contentos.
Rafaela se agita con los tambores, el carnaval y disfruta de los excesos.
Rafaela te llena de nueva energía. De esa que rellena el alma.
Rafaela te caga a pedos y después te abraza y quizás te seque las lágrimas.
Rafaela bosteza, se queja, putea, se desespereza, se pone hiperkinética. Pero, fundamentalmente, Rafaela ríe.
Rafaela te mima, y si ella no puede hacerlo, te manda a Gabo para suplantarla.
Rafaela te cobija y te abriga con dos mantas cuando hace frío.
Rafaela no pregunta, abre su corazón.
Rafaela te sirve un trago y te pregunta como estás.
Rafaela te baja las persianas y te deja todo el fin de semana atrapado a sus garras.
Rafaela comparte las ultimas colillas que le quedan. Y te ofrece, siempre, el ultimo trago. Y después manda a alguno a comprar con la bici.
Rafaela, a veces, vuela en bicicleta.
Rafaela, siempre, te aguanta.
Pero fundamentalmente, Rafaela se la aguanta.

sábado, 21 de agosto de 2010

el balconcito

"Sin vos no hay fiesta en el salón,
sin vos no hay murga en mi balcón,
sin vos no hay vino que me endulce los latidos"
                           Don Lunfardo y el señor Otario

Nos acompañan la luna y las risas.
La espuma y el humo se acomodan en primera fila.
Las palabras fluyen por un río de caricias.
La rosca intenta pero no puede penetrarnos.
Lo otro es más fuerte. Lo nuestro es más fuerte.
Tus ojos brillan quizás por alegría, quizás no.
Armamos un juego que termina con un beso.
Besaste más lindo que siempre esa noche.
Me atrapaste en tus brazos, con un abrazo,
y te entregaste a los míos para entrar en sueño profundo.
No fue como otra noche. Fue esa noche.
Brindo, entonces, por más noches como esa.
Brindo por tus ojos que me miran
y por tu cuerpo que me pide que te mire.
Brindo por nosotros, que no tenemos rótulo.
Brindo por mañana y por ayer.
Pero fundamentalmente brindo por el ahora.

viernes, 23 de julio de 2010

mi zamigos

Uff que decir sobre la amistad después de tanta filosofía barata, tantas canciones cursis, tantas cartas de amigos a otros amigos. Que decir si cada uno sabe para si, lo que significa un amigo, un hermano,  ese compañerazo del alma. Esos que saben mejor que vos quien sos. Que te dejan su voz grabada en tu oído diciéndote: vos podes, hermano. Que dan, todo lo que tengan y todo lo que puedan. Que se hacen los dormidos o te muestran que amanecieron hace tanto, solo para que vos despiertes. Y uno despierta, se despereza después del último cachetazo y se echa a andar. Y cuando uno anda, gracias al motor de la amistad, solo tiene que agradecer y devolver lo poquito que tiene ante lo tanto que le dieron. Y buscar más. Siempre más. No para mi, ni para ellos. Sino para que este subeybaja de la vida, se equilibre para volverse a desequilibrar, y poner a prueba la amistad. Una y otra vez.



Gracias a todos los que en estos tiempos, no tan felices, estuvieron a mi lado, me apoyaron, me alentaron, me prestaron plata, o me prestaron una oreja, una caricia, una palabra de aliento. A todos ellos, gracias, siempre gracias. Sepan que volverá cada cosa que me dieron.

Nico

viernes, 16 de julio de 2010

Mirando el cielo...

Es increíble pero la escribi mirando el cielo desde mi casa de grand bourg. Es una de las últimas canciones que escribi, ya tiene varios años, y una de las que más me gustan. La tocabamos con unos viejos amigos, compañeros del secundario y de bandas de esa etapa, en un proyecto de banda que nuncá prosperó (zungueros) y este año me anime a cantarla solari en el intervalo del show de gabo y la cremona en nuestra gira por el norte argentino (exactamente en amaicha). Aclaro que la misma no está registrada, por lo cual, amigos, sepan cuidarla.

Mirando el cielo

Mirando el cielo descubro tu rostro y tus ojos de enero/mirando el cielo se escribe tu nombre en estrellas de hielo/mirando el cielo yo veo horizontes al final de este duelo/mirando el cielo yo tengo ilusiones, utopías y sueños/

Por mirar el cielo, perdí una canción
pero encontré un nuevo cielo para caminar

Mirando el cielo no voy a olvidarme de los que cayeron, por mirar el cielo,por buscar una salida, por tapar este agujero


Por Mirar el cielo, perdí una canción
pero encontré un nuevo cielo para caminar.

domingo, 11 de julio de 2010

Don José y las muelas picadas

Nunca le habia dado real importancia al término filofasía. Me parecia un juego de palabras divertido. Era una actividad que soliamos hacer con amigos, de noche o de tarde, bajo los efectos poderosos de dicha flor. Sonaba mejor que hacer filosofía barata. Y era más productivo, claro.
Pero cuando lo conocí a Don José empece a tomarlo en cuenta más seriamente.
Don José, estaba sentado en una esquina con un perro y un cartón de vino. Yo pasaba por ahi, casi de casualidad, ya que aquel no era mi barrio. No se si me habrá visto cara de fumón o si tenía la certeza de los sabios, pero me pidió un papelillo. Yo accedí, claro. Cuando no tengo faso, salgo con papelillos para poder ingresar al mundo del trueque: el papelillo por un par de secas. Ese día andaba con tiempo, asi que le propuse el intercambio. Don José me miró fijo (imposible olvidar esa mirada, mezcla de angustia, desolación y libertad) y me aclaró que el hecho de convidarle un papelillo no me daba el derecho de fumar de su marihuana. Pero que sí, que me convidaba, porque él quería, no porque se sienta en una obligación moral.
En ese momento me dió miedo. Y me cayo antipático. Soy de una generación que convida marihuana cuando hay y que pide cuando no hay. Pero tampoco tuve el valor de decirle no, ahora no me quedo, no sabía como podía llegar a reaccionar y aparte tenía muchas ganas de fumar.
Mientras el brillo de nuestros ojos comenzaba a saturar, Don José mostró su primer sonrisa. Yo justo estaba mirando para ese lado por lo que pude ver que a Don José solo le quedaban dos dientes. Y no quise mirar más. El sabio lo percibió y me dijo, asi como si nada, que los había perdido por amor. No entendí de que me hablaba y nunca sospeché que su intuición era capaz de adivinar a donde depositaba uno la mirada. Claro está, todavía no lo conocía. Y además no entendia que tenian que ver los dientes con el amor. Entonces, sin que yo le pregunte absolutamente nada, dijo: - Tienen mucho que ver, m`ijo. En cada pena de amor que sufrimos, se nos pica una muela-. Yo rocé con mi lengua algunos agujeros que tenía en la dentadura y traté de hacer memoria. Él preguntó si me había enamorado muchas veces. -Las suficientes como para tener algunas muelas picadas- le respondí.
Don José se tragó la tuca. Y dijo algo que no entendí. Yo sospeché que habia llegado el momento de despedirnos. Me dió su mano y me recordó que le debía unas secas y que pase cuando quiera. Desde ese momento me prometi ir a verlo cada tanto y entendí, rápidamente que este tipo era un sabio.
Me volvi a casa, contando mis huecos dentales. Eran 6. Y también nombré a  Lorena, Claudia, Nancy, Liseth, Cintia y la colorada esa que me hizo llorar en la primaria.

Sabado por la noche...

"no debi pensar jamás en lograr tu corazón"
J.M.Contursi

Debe ser la falta de costumbre. Debe ser el puto malhumor que me persiguió toda la tarde. Debe ser la necesidad de tenerte aca, a mi lado. Debe ser que ayer pensé en vos. Si, estaba con ella, pero pensé en vos. Debe ser que tendría que haber agarrado la bici y pararme de mano ante el frío y el cansancio. Debe ser que en esa fría ventanita no puedo verte, como en realidad quisiera. Debe ser lo que dicen ellos, mis amigos. Debe ser que tenía que terminar todo así. O no. Quizás no sea nada de todo esto.
Lo cierto es que es sábado y no estás, ni estarás. Que esta noche Gabo será quien caliente mis pies, que no buscan calor, sino caricias. Que tengo que encontrar, rápido, otra manera de dormirme, sin tus manos alisando mis rulos y tu voz ronca pidiendome que duerma, que es tarde, que mañana se me va a hacer imposible ponerle buena cara al desarraigado que llama, para sentirse más cerca.
No me culpo del todo. Necesitamos odiarnos. Vos por tus mambos, yo por los míos. Es la forma más fácil de decirnos hasta luego. Y la más cobarde. Esto último es lo que me jode. Porque lo poquito que construimos, lo conjugamos con miedo y cobardía. Es la forma más dificil que encontramos para decirnos que nos necesitamos pero no podemos.Ni debemos.
Ya me jugué todas mis certezas. El resto será sorprenderse o esperar algo, en vano. Y ya no tengo ganas de esperar, porque es tarde y mañana se me hará imposible ponerle buena cara al desarraigado que llama para sentirse más cerca.